HACIA UNA NUEVA NUTRICIÓN VEGETAL

Desde la empresa Agropal, y con el soporte que nos dan nuestros proveedores de productos nutricionales, pretendemos transmitir al agricultor la necesidad de un mejor conocimiento de los suelos y de las necesidades de los cultivos, para poder racionalizar las aportaciones.

Tanto desde el punto de vista medioambiental, como socioeconómico y normativo, tenemos que hacer compatibles el manejo agronómico de nuestras explotaciones agrícolas con la sostenibilidad a corto y largo plazo de dicha actividad.

Tenemos que comprender que a la fertilidad química de un suelo, hay que sumar los conceptos de fertilidad física y biológica. Que los suelos son entes vivos y hay que tratarlos como tal. Que suponen uno de los mayores patrimonios que tiene la humanidad para su propio sustento y viabilidad sobre el planeta Tierra.

Todavía hay muchos agricultores que no analizan sus tierras, que no se apoyan en labores de teledetección o caracterización de sus suelos para conocer el punto de partida desde el que hay que elaborar los planes nutricionales o de fertilización. Por otro lado, hay que apoyarse en la labor asesora de profesionales que saben cómo se comportan los diferentes nutrientes en cada tipo de suelo. Desde Agropal facilitamos esos servicios, transmitimos la información técnica necesaria, y aportamos una gama de productos nutricionales, algunos muy innovadores, que permiten adoptar las soluciones adecuadas para cada cultivo.

Desde nuestro departamento de Nutrición y Salud vegetal, elaboramos Protocolos y Planes Nutricionales para cada cultivo y situación particular de los suelos de una explotación. Nos apoyamos para ello en el aporte de productos orgánicos, órgano-minerales y minerales, a los que sumamos la aplicación de abonos líquidos y bioactivadores en los momentos y situaciones necesarias a lo largo del ciclo de desarrollo de las plantas o plantaciones.

En ese aspecto, estos productos suponen una herramienta de gran efectividad para la mejora del desarrollo vegetal en situaciones difíciles, mejorando el crecimiento radicular de las plantas, el equilibrio nutricional en el organismo vegetal, y al tiempo, activando mecanismos de defensa fundamentales para una mejor respuesta de la planta frente a agresiones externas.

La mayoría de estos productos ya forman parte del presente y se impondrán en el futuro, porque no quedará otra que desarrollar una agricultura sostenible y respetuosa con nuestro entorno, con el entorno medioambiental que heredarán las generaciones futuras.